jorliva

Desde que aprendemos a hablar, a pronuncia si quiera alguna palabra, podemos darnos cuenta del efecto que tiene sobre las demás personas, desde el bebe que clama por su madre, hasta un "te amo" lanzado con valor. Hablar nos otorga cierto poder, poner las palabras una tras la otra para formar frases que pueden convocar sentimientos… o apagarlos. Pero el mundo parece no entender la responsabilidad que trae ese poder… y es que ¿a caso a la gente le cuesta tanto pensar, tan solo un momento, en lo que están diciendo? Sentimiento convocado con un simple "te amo" o lagrimas lanzadas al descubrir una traición, las pala